Nuestro objetivo es mantener y reforzar los programas de atención a las personas más vulnerables ante el efecto sanitario, social y económico de esta emergencia por coronavirus.
Para tratar de dar respuestas a las numerosas situaciones a las que nos enfrentamos, Cáritas Diocesana inició la campaña ‘Cada gesto cuenta’ para obtener donativos teniendo en cuenta que no sólo el incremento de necesidades es mucho más elevado que en épocas atrás, sino que a ello se une el hecho de que las parroquias, al estar cerradas, no tienen posibilidades de obtener colectas para atender las necesidades que se les plantean por los vecinos de sus barrios o pueblos.
Cómo se trabaja con las familias
Desde que se declaró el Estado de Alarma a causa de la amenaza que para la salud de la población española supone la aparición del COVID-19, desde
Cáritas hemos visto incrementada, de un modo meteórico y muy significativo, la demanda de familias que, debido al cese de la actividad laboral unido al
confinamiento, se encuentran en una situación de mayor precariedad, vulnerabilidad e incertidumbre con respecto a la capacidad para solventar sus
dificultades en los meses venideros. Las atenciones que Cáritas está realizando tanto en Huelva como en las parroquias de la ciudad y los
pueblos se han triplicado con respecto a las atenciones que se hacían antes de la crisis del Covid-19.
A través de las Cáritas Parroquiales se está atendiendo a las familias que
atraviesan un momento difícil. Lo que principalmente se da son ayudas para
cobertura de necesidades básicas, suministro, alquiler, farmacia, luz y agua.
Además, se está facilitando que ellos mismos puedan ir a comprar alimentos
con una ayuda económica.
Antes de que comenzara esta crisis, ya muchas de las familias onubenses
atravesaban una situación precaria, ahora esto empeora porque tienen más
dificultades de acceso a un empleo ya que muchas de estas familias se han
visto afectadas por despidos o ERTES que hacen que el sustento principal
económico que entraba en el hogar desaparezca. Esto hace que se cree un
nuevo perfil de personas que por primera vez acuden a Cáritas relacionado con
estos nuevos despidos y ERTES. Por otra parte, las Cáritas Parroquiales de
Huelva Ciudad están activas, atendiendo las necesidades nuevas que van
surgiendo a través del teléfono.
Desde todas las Cáritas Parroquiales de la provincia onubense
Esta crisis sanitaria, derivada en otra socioeconómica sin precedentes, exige
respuestas rápidas, personalizadas y coordinadas con la administración
pública, elemento clave en este escenario. De este modo, las Cáritas
Parroquiales de la provincia han dado un paso adelante, respaldadas en
muchos casos por donaciones desinteresadas de vecinos, hermandades y
otras organizaciones de diversa índole, y con creatividad y gran disposición han
articulado modos para poder ayudar a esas familias desfavorecidas en estos
momentos tan complejos.
Las actuaciones han sido muy variadas, que podríamos englobar en dos
bloques principales:
Apoyo en cobertura de necesidades básicas: se interviene en coordinación
con las entidades locales competentes (ayuntamientos y/o Diputación
Provincial) en la detección de familias, organización de recursos, reparto de los
mismos y seguimiento de los casos, todo ello sin descuidar el estado de
confinamiento ni la seguridad del voluntariado y destinatarios. Otras acciones
destacables han sido la elaboración de mascarillas para personal sanitario y
residencias de mayores y la creación de grupos en redes sociales para la
detección de casos y generar respuestas ante ellos.
Apoyo emocional y acompañamiento: el voluntariado está en constante
contacto con las personas destinatarias, no solamente para proporcionar
recursos, sino para escucharlas, consolarlas y acompañarlas en este duro
trance. El teléfono e Internet se han convertido en herramientas cruciales para
ofrecer cariño y esperanza.
Las Cáritas Parroquiales movidas por la dedicación y el entusiasmo están
dando respuesta a estar realidad desde sus propios recursos así como en
coordinación con las distintas entidades locales. Siguen vivas, activas y
acompañando el sufrimiento ajeno, demostrando una vez más que
#LaCaridadNoCierra.
Desde el Empleo
Desde el área de Empleo se continua realizando la intermediación laboral, en la
cual, contactan con empresas y las ponen en contacto con personas
dispuestas a trabajar. Trabajamos fundamentalmente con personas que nos
vienen derivadas de parroquias, promocionando la proyección y el fomento de
la persona en su conjunto. En estos últimos días hemos recibido cientos de
llamadas, que atendemos y escuchamos. Estamos para eso, para estar
cerca aunque sea a través del teléfono.
Desde que comenzó la crisis, desde el área de Empleo hemos conseguido
cubrir más de 200 ofertas de trabajo principalmente en el sector agrícola.
Hemos trabajado con personas que viven en los asentamientos chabolistas,
dotándoles de trabajo digno y vivienda, también con personas sin hogar,
consiguiendo, de igual manera, vivienda y empleo. Además hemos atendido
a familias en situación de desempleo dándoles la oportunidad de encontrar
otro trabajo para que no pierdan sus ingresos.
Por otra parte, se están tramitando ofertas para personas cuidadoras ya que en
estos momentos hay muchas personas mayores a las que sus familias no
pueden estar cuidando sea en el hospital o en sus casas.
Son muchas las personas que se ven en una situación de dificultad y tienen
que buscar trabajo para salir adelante. Desde Cáritas, entendemos la difícil
situación que están viviendo muchas personas, la desesperación que están
sintiendo, y la rabia que sienten ya que muchas de ellas nos comunican la
desidia de llamar a un teléfono y que detrás del cable no haya nadie para
atenderte.
Desde el Área de Exclusión
Se han mantenido todos los proyectos y se siguen atendiendo a los mismos
colectivos que antes de la pandemia; para ello hemos tenido que hacer un
esfuerzo importante a la hora de tomar medidas de prevención, tanto para las
personas que trabajamos en el día a día como para las personas a las que
atendemos.
Para muchas de las personas que atendemos verdaderamente somos el único
soporte vital con el que cuentan, ya que en muchos casos carecen de esa red
social y familiar de apoyo tan importante en momentos de crisis.
El colectivo de atención habitual que se atiende desde el área son
las personas sin hogar; en esta realidad de pandemia que vivimos
actualmente y en la que el confinamiento es una obligación, nos encontramos
con muchas personas incapaces de cumplirlo, simplemente porque carecen
del espacio físico en el que pasarlo o porque ese espacio no reúne las mínimas
condiciones de habitabilidad, o de acceso a agua o luz. Si ya antes trabajamos
con personas en exclusión social o en una situación de vulnerabilidad elevada,
los últimos acontecimientos han agravado esta realidad aún más.
El cierre o la reducción de servicios que atendían estas realidades unido a la
imposibilidad de acceder a los recursos económicos de supervivencia con los
que estas personas iban sobreviviendo han hecho que muchas de ellas hayan
visto agravada su situación.
Se han mantenido los servicios fundamentales en el centro de día de Puertas
Abiertas, la única particularidad ha sido reducir el aforo manteniendo de esta
forma la distancia social y extremar la higiene y desinfección de las
instalaciones. Se siguen ofreciendo los servicios de desayuno, duchas y aseo,
lavandería, taquillas y prensa. El número de personas atendidas
diariamente oscila entre las 40 y 50.
Especial repercusión ha tenido el confinamiento en todas
aquellas personas inmigrantes que malviven en los asentamientos
chabolistas de la provincia; no podemos olvidar que en torno a unas 2500
personas están pasando estos días de confinamiento en chabolas
construidas con cartón y plástico, sin acceso a los derechos humanos y a
las necesidades vitales más elementales. Es muy complicado para estas
personas poder seguir las medidas de higiene que constantemente nos
aconsejan ya que no tienen acceso tan siquiera acceso al agua potable.
Desde las casas de acogida
Las casas de Acogida con las que cuenta Cáritas son tres: la Casa de
Santa María, la Casa de los Milagros y la Buena Madre. Las tres continúan
su andadura diaria con las limitaciones que sufrimos en cualquiera de
nuestros hogares. Actualmente hay 20 personas acogidas en estos recursos
residenciales.
En todos ellos se han tomado las medidas necesarias para poder garantizar la
máxima seguridad de todas las personas acogidas: realizando actividades de
concienciación y formación respecto a esta nueva realidad, restringiendo
entradas y salidas, facilitando material específico de prevención, respetando las
distancias de seguridad, habilitando espacios de aislamiento por si hubiese
algún caso de contagio, facilitando de medios electrónicos para poder continuar
con los procesos formativos y/o terapéuticos de manera online.
No podemos olvidar en estos días a los más de 60 voluntarios que colaboraban
de forma activa en los proyectos que se desarrollan en el área de exclusión. La
necesidad de protegerlos y reducir riesgos ha hecho necesario prescindir de
sus servicios de forma temporal. Aunque creemos, que cuando todo esto
acabe, vamos a necesitar de todo su esfuerzo, ganas y compromiso.
Necesitamos tu ayuda urgente
Realizar una donación mediante transferencia o ingreso en cuenta
LA CAIXA: ES38 2100 7434 3722 0024 1033
No olvide el concepto, ‘Covid-19 Cáritas’ en el momento del ingreso
bancario.
Recuerde que para recibir certificación de sus donaciones es imprescindible
que nos comunique nombre y apellidos, NIF/CIF y dirección completa. Para
ello, si lo necesita, puede comunicárnoslo a los
correos cgallardo.administracion@caritashuelva.org , nsoto.administracion@caritashuelva.org o a los números de teléfono || 627 61 01 13 // 660 17 58 87
Si prefiere otra forma de realizar la donación, envíenos sus datos por la misma
vía y nos pondremos en contacto con usted para proceder como considere más
convenientemente.